sábado, 2 de diciembre de 2017

Deseo es una bella palabra

Qué es la piel sin la caricia
y el cuerpo sin el deseo,
inútil depósito de sangre y huesos.
Y el deseo:
impulso que surge de la mente
aparentemente libre,
sustancia sin forma
contaminada por la historia universal.
Y qué camino sigue ese deseo,
en dónde se incrusta sino en el cuerpo,
propio o ajeno.
Cuando lo propio no es suficiente,
porque cansa, porque aburre,
por misteriosas reacciones alquímicas;
surge la incesante cruzada.
La búsqueda de otro cuerpo.
Y así comienza
la tensión que no puede contenerse
porque explota la sed miserable,
que en oposición a la tesis de Villaurrutia,
nunca acabará,
porque una no puede ser sin la otra.

Patricia Matus

Peligro

I
Se me incrusta en la carne
la luna decembrina
que me exige pensarte
para poder escribir.
II
El pseudoamor
tiene un periodo de incubación
de diez horas.
III
La sintomatología se exacerba
en días helados de luna llena.
IV
Experimento la sublime maldición
de querer, extrañar y necesitar
un espacio corpóreo
en el que nada hay.
V
¿Existe una cura?
Patricia Matus.